Si hay un tema estrella con la entrada del nuevo año, sin lugar a duda es la “ley antitabaco”
Aplaudida por unos y criticado por otros tantos, lo que es una realidad y todos sabemos, el 100% de los fumadores incluÃdos, es el que el tabajo “perjudica seriamente la salud”.
Desde la parte que nos toca, vamos a contar el efecto del tabaco en la piel.
El tabaco es el caldo de cultivo perfecto para la formación de los famosos radicales libres, nada menos que 200.000 en cada bocanada. Además bloquea la vascularización de las venas superficiales y asfixia la piel, teniendo mucho mayor tendencia a deshidratarse, lo que provoca que el riesgo sanguÃneo sea más deficitario y la piel aparezca como apagada, castigada y con falta de vida.
¿Cuál es la solución? Evidentemente la médida más lógica es dejar de fumar, pero para comensar el daño del tabaco, es conveniente darle a la piel un aporte extra de vitamina E, y sobre todo la C, ya que la nicotina agota las reservas de esta.
Y no podemos olvidarnos de la repetidas contracciones de los músculos de la boca se aceleran, en ocasiones a partir de los 30 años, la aparición de arrugas localizadas entre la base de la nariz y el labio superios, lo que se conoce como el código de barras.
Pero os vamos a dar una buena noticia y es que la mayorÃa de los efectos del consumo del tabaco en la piel son reversibles, asà que todavÃa no hay nada perdido.