Con motivo de la presentación de “Esencia de Gijón”, mucha gente nos ha preguntado como se crea un perfume. Hoy os queremos contar de forma más “química” como se define un perfume. Esencia de GijónAunque para definir un perfume en primer lugar hay que seguir el instinto, ya que el olfato es el sentido más “irracional”, es uno de los más desarrollado desde que nacemos, y tiene un papel muy importante en la memoria (¡cuántas veces un olor nos recuerda a una persona, una sensación, un paisaje!), las fragancias se clasifican según sus notas olfativas que son: cítrica-verde, afrutada, floral, oriental, amaderada y Chipre. Así podemos definir un perfume según sus componentes, que dan sus notas dominantes. La combinación de estos ingredientes da como resultado una fragancia que después evoluciona de forma diferente a medida que pasa el tiempo y según dónde se aplique.Una fragancia se estructura en forma de pirámide, en la que la punta es la nota de salida, el medio es el corazón y la parte inferior la base o fondo.
Perfumería De la Uz. Gijón
Las notas de salida son lo primero que percibimos al oler un perfume. En “Esencia de Gijón” son las notas cítricas y afrutadas de manzana, son como una explosión inicial y la primera aproximación a una fragancia. Las notas de corazón son las que se perciben al menos cinco minutos después de oler el perfume. Son las que aportan su verdadera personalidad, y las que realmente te convencerán si te gusta o no el perfume, en nuestra esencia lo aporta la rosa. Las notas de fondo son las que fijan el perfume y le dan su permanencia. Es decir, de ellas depende que un perfume dure más o menos, la que quedan en la piel cuando ya hace un tiempo que te has puesto tu perfume. En “Esencia de Gijón” este aroma lo aporta una nota de la familia de las amaderadas, que es el sándalo.