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[StylER of Life] Ya os había comentado en el post “Nuevos Retos: Life is a Game, Let´s Play”, que me había propuesto hacer el Desafío Cantabria: 36 km por el monte,  por la noche. 

Suelo salir a correr a menudo, pero tampoco es que me dedique a hacer carreras habitualmente. He participado un par de años en “Los 10.000 del soplao”, y esa es toda mi experiencia “oficial” como trailrunner.

Decidí apuntarme porque tenía ganas de probar una carrera nocturna. Me gusta mucho la montaña, pero nunca me atrevería, si no es algo organizado, a hacer ninguna ruta por la noche. Así que en el post de hoy os cuento mi estupenda experiencia en el Desafío Cantabria.

Desafío Cantabria 2016: Del Mar a la Montaña

El Desafío Cantabria es una carrera de trail que consta de 2 distancias: el Medio Desafío de 36 km, y el Ultra Trail de 89 km. Comienzan ambas en San Vicente de la Barquera, y terminan la corta en Cicera, y la larga en Espinama, después de haber subido hasta la Campa de Fuente Dé. De ahí que se denomine “del Mar a la Montaña”.

Aprovecho para deciros, que si no conocéis San Vicente de la Barquera, y tenéis la oportunidad, paséis a visitar este precioso pueblo pesquero. 

Pasear por sus calles del Casco Histórico, declarado Bien de Interés Cultural de Cantabria, y subir hasta el Castillo para admirar la vistas espectaculares  a la villa, con las montañas de fondo. No puede faltar el puerto, y sus maravillosas playas. A la hora del vermú, ir buscando sitio para tomar unos “blancos” y comer unas “rabas”.

San Vicente de la Barquera

Hecho este inciso retomamos la carrera. 

Quiero dar la enhorabuena a la organización del evento, porque ha sido impecable. Se lo han currado un montón, y han tenido unos detalles increíbles.

El primero a mencionar la “bolsa del corredor”.

Bolsa del corredor

Compuesta de: camiseta técnica, braga, botella de vino cosecha especial “Desafío Cantabria”, (que he de decir que estaba muy buena), corbata de Unquera, pasta, bolsa de patatitas y una clase gratis en la Escuela de Surf Costa Norte. El domingo después de la entrega de premios, nos dieron también unos culotes técnicos.

Todo el tema pre-carrera lo tenían organizado en el polideportivo.

Primero recogida de dorsales con photocall. Luego charla técnica para explicar todas las dudas que pudieran surgir acerca de la carrera. Para finalizar cena con menú corredor: ensalada, pasta y plátano. Detallazos que marcan la diferencia: comida especial para celíacos.

Pre-carrera

Toca ya irse para lo zona de salida. Reconozco que me puse algo “nerviosilla”. Mi teoría para este tipo de eventos es llegar a meta y disfrutar el recorrido. Pero entre que era nocturna, y no sabía como se me iba a dar, y que había límite para entrar de 7 horas, y ya de ir quería terminar en control de tiempo, se me puso un poco de “gusanillo en el estómago”.

Zona de salida


Empiezan a llegar los participantes. Nos ponemos en la parte de atrás, porque está claro que la gente que estaba allí, tenía como objetivo más que intentar acabar la carrera. 23:00 horas: suena el pistoletazo de salida, y todo el pueblo volcado en animar. El ambiente es impresionante. 

A eso hay que sumarle la estupenda noche que hacía. Una temperatura perfecta, y una luna llena, que había tramos en los que no se necesitaba ni el frotal.

San Vicente de la Barquera

Podríamos decir que la carrera se divide en dos parte. La primera son aproximadamente unos 21 km. Se va por pistas, algún tamo de carretera y pasando por diferentes pueblos. Es bastante llevadero y se puede hacer gran parte del recorrido corriendo (en mi caso, la gente preparada lo hace entero corriendo).
Además al paso por cada pueblo, o simplemente por delante de alguna casa, te encuentras a gente animando (en algunos casos salen hasta en bata), gritando en medio de la noche. Este tipo de cosas te dan un subidón de adrenalina, que te empujan a seguir y disfrutar a tope del momento.

A las 00:00 horas salían los participantes del Ultra Trail, y a eso de una hora más tarde empezamos a tener nuevos compañeros de carrera. Es impresionante ver una gente que va a hacer 89 km, la velocidad a la que va corriendo, y el ánimo que llevan.

Llegamos al avituallamiento de Cades.

Habíamos tardado aproximadamente unas 3 horas en hacer este tramo, con lo cual íbamos sobre el horario previsto para acabar dentro del control.

Pero aquí es donde empieza lo duro del trail, los últimos 15 km. 

En primero lugar hay que llegar a la Sierra de Arria. Unos 7 km de verdadero monte, todo de subida, aderezado en algunos tramos con bastante barro, ya que el día anterior no había dejado de llover ni un momento.

He de decir que a pesar de todo esto me pareció una sensación impresionante. La luna, la oscuridad, el silencio de la montaña, un cóctel que mucho me temo que volveré a repetir. Se hizo dura la subida, pero la llegada a la cumbre hace que todo se olvide.

Como todo lo que sube baja, después de esto unos 3 km de bajada. Que para mí se me hace muchísimo más dura que toda la subida. Se me cargan más las piernas, y le tengo más miedo a tropezar o resbalar. Como tengo muy claro que no voy allí a ganar nada, me cojo los bastones y pasito a paso voy haciendo el tramo. Y si veo que la cosa se complica, pues “siento el culo”. 

También este tramo tiene su recompensa. Llegar al final y mirar hacia arriba, esas montañas grandiosas, con la imponente luna llena de observadora, es una estampa que “pone los pelos de punta”. No tengo ninguna foto de este tramo, porque con la estrechez del camino preferí no hacer ningún movimiento en falso.

Llegamos al final y nos quedaban aproximadamente unos 5 km y 45 minutos.  No sabíamos muy bien como era el recorrido. Así que echamos a correr primero por pista, luego por carretera y otra vez por pista. Veíamos las luces del pueblo de la meta al fondo, pero de repente la pista giraba y volvían a desparecer.
Después de 30 km, te sale el orgullo, y había que entrar dentro del tiempo por c-j-n-s.

LLegada a Cicera

Eran las 6:40 de la mañana y estábamos pasando por el arco de la meta de Cicera. Reto superado, sensación de felicidad, energía a tope. Una larga noche “de fiesta”, en la que sobre todo me lo pasé genial.

Cual no será mi sorpresa cuando al día siguiente me dice mi colega Orlando :”déjame el ticket que te dieron en la llegada a ver como hiciste los tiempos y como entraste. Tía, quedaste la tercera de tu categoría”.

Podium Desafío Cantabria 2016

Así que el domingo me subí al podium, con lo que creo que he “tocado techo como trailrunner”.

¡¡¡ Life is a Game, Let´s Play!!!

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