[Diario de un emprendedor] Capítulo 14: Las cajitas de colores

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Capítulo 14: Las cajitas de colores

Si hubo un año en la historia de Eva Rogado Cosmética lleno de vaivenes ese fue el 2008. Dos años después de “abrir” ya te dejan de comprar muchos de tus amigos, conocidos y demás… y tienes que enfrentarte a la dura realidad. Mirar cara a cara al mercado y decirle: “aquí estoy yo y voy a conseguir hacerme un hueco en esta jungla”

Como os comenté en capítulos anteriores lanzamos nuestra línea de cosméticos sin códigos de barras (“se nos pasó”) y con las cremas corporales sin cajas (“para ahorrar”). Hicimos unas 1000 unidades de cada referencia y a principios del año 2008 alguna ya se nos había terminado por lo que teníamos que fabricar de nuevo.

Recuerdo que vendíamos muchos Anticelulíticos a unos centros de belleza que se llamaban Cellulem Block en Madrid por lo que esta crema fue de las primeras en agotar sus existencias.

Pensamos… ya que tenemos que codificarlas… ¿por qué no hacemos un esfuerzo y “metemos” las corporales en cajas?

Dicho y hecho…

Nos dimos de alta en AECOC y nos proporcionaron la siguiente numeración: 8437008864-—

Con esos 10 número más otros 3 que te genera automáticamente un programa creas un código de barras que se llama EAN13.

¡¡Somos los dueños de esa numeración ;-)!!

http://3.bp.blogspot.com/-avDmBzvRSpc/Vl8e-iiACSI/AAAAAAAAXc4/fbzyKHUu97Y/s400/anticeluclitico.bmp

Nuestra línea original se dividía en 3 colores. Tonos azules para la línea Masculina, tonos morados para nuestra línea Femenina y todos verdes para nuestra linea Spa.

Recuerdo que con el anticelulítico quisimos hacer un experimento y diseñar una caja diferente, desde 0, y que tuviese un color único y especial que se identificase con el producto. Y así lo hicimos. La pusimos de un color rojo para que se compaginase con el “efecto calor” que tiene nuestra crema.

La prueba salió a las 1000 maravillas y a partir de ahí empezamos a cambiar el todo de cada uno de los packaging.

¿Cuál fue otro de los factores para que las ventas empezasen a “romper” hacia arriba con esta acción de marketing?

Pues que una gran parte de nuestra clientela terminó recordando mucho mejor el COLOR de la crema que consumía que el nombre de la misma.

Al final del 2008 terminamos siendo las marca de las cajitas de colores. Y lo que al principio parecía una idea ridícula y temeraria (no sabéis lo que debatimos para poder concretar ésto) terminó siendo algo genial y por lo que hoy nos reconocen.