[Diario de un emprendedor]
CapÃtulo 26: Óliver y Benji
Mi padre, de peque, me apuntó a un equipo de fútbol de Gijón que se llamaba el Riestra. Cuando empecé tenÃa 10 años, creo que estábamos en alevines. Allà estuve jugando hasta los 14. No éramos los mejores del mundo, pero sà una gran pandilla de amigos. Recuerdo que los entrenamientos eran los martes y jueves de 17:30 a 19:30 y los partidos eran los sábados. Por aquel entonces, como os podéis imaginar, no habÃa campos de hierba sintética, ni nada por el estilo. La mayorÃa eran de tierra o con poca yerba, como “Las Canteras” que era el nombre del nuestro.
Nunca olvidaré las palizas que nos pegábamos a correr, a hacer ejercicio fÃsico y el frÃo que pasé aquellos inviernos con las lluvias, granizadas y demás…
Los vestuarios, con aquellas mini duchas, donde el 60% de los dÃas salÃa el agua frÃa, y te tenÃas que duchar con un “hilillo” de agua… era algo “tremendo”.
Mientras, un compi tuyo, que se estaba luchando al lado, limpiaba los tacos de tierra porque como llegases a casa con las botas sucias te caÃa una que ni pa qué...
Los que iban terminando, esperaban fuera del vestuario, y daban cuenta de ricos bocatas de nocilla o jamón york. Cuando llegabas a casa la mochila podÃa pesar perfectamente 10 kgs, (de barro).
El autobús que cogÃamos de vuelta a casa, hacÃa un parada en la calle Ramón y Cajal, porque casi todos mis compañeros iban al colegio Los Campos (por aquel entonces “Héroes del Simancas”) y yo, que vivÃa al final de la calle Alarcón, al lado del mÃtico Kiosco “Terro” me pegaba una carrera para llegar a tiempo, ya que a las 20:30 empezaba en Tele 5 mi serie favorita: “Campeones” o también conocida como “Óliver y Benji”.
Le pedÃa a mi madre que me dejase cenar en el salón, delante de la televisión, y era feliz viendo las chilenas de Óliver, las paradas de BenjÃ, los tiros de Mark Lenders o la catapulta infernal de los hermanos Derrick.
Esos campos interminables y esa musiquilla, que al dÃa siguiente tarareaba en los recreos mientras llevaba el balón en los pies.. (un flipao en toda regla vamos), me traen muy buenos recuerdos de la infancia.
Yo, sin ninguna duda, querÃa ser Óliver, me gustaba su popularidad (Patty le adoraba) y que, aunque fuese pequeñito, le ganase la partida al Mark Lenders, un dibujo animado más alto, más fuerte y más musculado que él. Me gustaban sus regates, sus tiros imposibles y que siempre tenÃa una solución para cuando el partido se ponÃa difÃcil.
Lo que no valoraba mucho era que detrás de él habÃa un grupo de compañeros compuesto por un portero, defensas, centrocampistas… que le ayudaban a ser el mejor. Que le acompañaban en su camino por esos estadios kilométricos y empinados (igual que el camino del emprendedor). Estaban Benji, Bruce Harper, Tom Baker, Paul Diamond, Johnny Mason, Eddie Carter que muchas veces cortaban el balón del rival, apoyaban a Óliver cuando estaba cansado, le daban un pase de gol y se esforzaban a tope, siempre al 100%… eran UN EQUIPO.
La vida del emprendedor es muchas veces similar. Seguramente en nuestras micro empresas habrá ólivers, marks, benjis… etc… Habrá miembros que sean más populares, o mediáticos en las redes sociales. Que tengan muchos “Likes” o “Retuits” y sean más “influencers”. Gente que genere buenas ideas y sean capaces de desatacar la negociación más complicada. Seguramente se lleven muchos de los aplausos y sean considerados imprescindibles… pero desde mi punto de vista nunca llegarán a ganar un partido sin que “el Bruce de turno” se rompa la cara por ellos.
Mi moraleja de hoy es que cada uno puede ser bueno en su faceta. Quizá alguno resalte más, pero TODOS los miembros de un equipo son importantes y necesarios. Por ello démosles también el aplauso y la importancia a nuestros defensas. A los que consolidan el trabajo y hacen bueno el gol del delantero convirtiendo el resultado final en una victoria para nuestro equipo.
Que mal suena cuanto alguien viene y te dice: Es que fulanito no hace eso y yo sÃ, Es que todos esos logros son gracias a mÃ, es que si no fuese por mà esta empresa no hubiese llegado a donde está…¿suena mal, o no?
Es {mi 😉 } reflexión de hoy y os la dejo porque…
…este post lo firma: Uno que quiso ser Óliver y se dio cuenta de que sin el trabajo incansable e incondicional de Bruce no estarÃa escribiendo este diario…
¡Hasta la próxima semana!
Quien nos iba a decir que Oliver y Benji nos iban a enseñar de la vida :p).
Un beso!
Me ha encantado el sÃmil que has hecho y creo que has estado muy acertado.
Yo también era una fan incondicional de Oliver y Benji y creo que de ahà me viene mi aficción actual por el fútbol jajajajaja.
Un beso!