[Diario de un emprendedor] 

Capítulo 35: Gallina vieja hace buen caldo

En nuestra pandilla solemos decir que el cumple de nuestro amigo Hospi “marca simbólicamente” el fin del verano en Gijón.  Desde hace un par de años me atrevo a decir que el de Marta Perona marca el inicio de la época estival gijonesa.

El sábado lo celebramos. Y a lo grande. Los estornudos y el catarro que tengo ahora mismo dan fe de ello… Dimos el pistoletazo de salida a lo bestia. Bailamos, cantamos, comimos, bebimos y volvimos a bailar hasta que no quedó un gramos de energía en nuestro body. 

El caso es que la semana previa, supuse que con algo de música el cumple se llevaría mejor, así que me puse en contacto con Martita para comentarle si podría llevar alguna canción en el iphone y conectarlo a unos altavoces. Me dijo que perfecto, que en el merendero de Casa Yoli nos acabaríamos quedando solos según se acercase la noche y podríamos desfasar bien… 

El sábado por la mañana me puse manos a la obra y le “metí” al móvil unas 50 canciones. Canciones de todo tipo. Pop español, Techno, actuales, que si Gosssadera, que si Enrique Iglesias… bueno ya sabéis, lo que pita ahora…  De la que terminaba, me dí cuenta que faltaban unos básicos de mi generación. Unas canciones que nunca fallan… “Bueno”, pensé, “las voy a cargar también (quizá las quintas del 83, 84, 85 y 86 no los hayan escuchado mucho), pero por intentarlo…”

Así que, éstas 3 y alguna más, se vinieron en mi bolsillo a Casa Yoli

1. Torero de Chayanne, 
2. Venecia de Hombres G y (el miércoles reventaron Metrópoli con más de 40000 personas) 
3. Ave María de Bisbal… (como olvidar a Piter entrando en la cafeta de empresariales, la primera vez que la escuchó, dando la patada de Bisbi en el año 2002 y diciendo: “menudo temazo que vamos a bailar en el Oasis este verano Rixi” o al gran Robles con su perfecta coreografía repitiéndola como un auténtico profesional en las bodas… 

A las 23:00 horas los chicos nos escapamos al bar a ver la tanta de penaltis de la Euro entre Italia y Francia y de la que terminaba le comenté a Óscar (vaya descubrimiento, por cierto) que iba a ir poniendo la música y así animábamos un poco el cotarro 

¿Qué música tienes? me pregunto… 

Na, lo de siempre… Torero y tal…

 ¿¿¡¡Tienes Torero??!! ¿¿De Chayanne?? Me preguntó con lo ojos como platos… 

“Sí, si” le contesté. 

¡¡”Dios”, eso es un temazo que no se pasa de moda en la vida…!! ¡¡Ya no hacen música como esa jaja!!

“Es más, me comenta Óscar, “cuando vas en el coche con alguien así semi-conocido, pero sin llegar a ser amigo del todo, como con cierta tirantez, pones en el casete: “Torero” y empiezas a ver como que se ya se anima la “cosa” y arranca el tatareo entre los dientes jajaja” 

No se cuantas veces la escuchamos, pero me atrevería a decir que un mínimo de 15 veces y no estaría muy desencaminado. Una canción del año 2002. 

El caso es que en el mundo de la cosmética, y en otros muchos, se producen cada año millones de lanzamientos de productos nuevos. “Abrasamos” al consumidor con novedades. Intentando dar con la tecla, se hacen multitud de estudios de mercado y encuestas. Nos gastamos muchísimo dinero en innovación y en desarrollo para poder aumentar nuestras ventas y nuestra facturación. Algo en lo que estoy “relativamente” de acuerdo.

Mi experiencia, como emprendedor, es que que nos ha ido mejor potenciando los productos consagrados como la Crema de Oro, el Contorno de Ojos, la de Piel Mixta, por ejemplo, que intentado rizar el rizo con lanzamientos como el Gel de Piernas Cansadas o la Crema Reafirmante de Busto. Es más, según pasan los años los productos consagrados van siendo más conocidos, y se van afianzado sin apenas publicidad, por el sistema del “boca-oído”.

Me encanta ver como la lata de Coca Cola de toda la vida no pierde ni un ápice de glamour ni de cuota de mercado. Pueden sacar Fruitopía, Cherrycoke, la Coca Cola Vainilla y mil productos que al final la marca se pliega a su producto y logo estrella e incluso evolucionan la Light y la Zero hacia el formato tradicional.

Me flipa ver como la marca Seat lanza el Toledo, el Córdoba, el Altea, pero el que lo sigue “petando” es el Ibiza.

Ellos, como multinacionales, se lo pueden permitir (entre “comillas”), pero tú como emprendedor ojito con equivocar el tiro. No pongas en riesgo la vida de tu empresa con productos o servicios incógnita (por muy de perogrullo que te resulte escucharlo). Recuerda que tus recursos son “limitados”. No seré yo el que diga que no hay que mejorar, ni evolucionar. Claro que sí,  pero recuerda que “Gallina vieja hace buen caldo”. Potencia tus productos y servicios estrella y vaca hasta que vayas tan sobrado que puedas dedicarte a las incógnitas.

¡Hasta la próxima!

Un artículo de Kike Rogado para el blog de Eva Rogado 

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