[Diario de un emprendedor]

Capítulo 9: Esencia de Gijón (1ª parte)

La mayoría de las cosas no suceden por casualidad. No creo en la suerte. Absolutamente nada. Creo en el trabajo y en la perseverancia, aunque quien me conoce bien sabe que soy un poco “vaguete”. De esos a los que les gusta comenzar muchas cosas, que se ilusionan muy rápido al principio y luego se van desinflando y les cuesta consolidar los proyectos.

Seguramente mi vida como emprendedor me haya hecho ir mejorando en ese aspecto. También me ha influido mucho las amistades con las que me he ido relacionando de unos años para acá.

Para hablar de “Esencia de Gijón” me tengo que remontar muuuuuuuuchos años atrás. Cuando estaba en mi 2º año de licenciatura de “Administración y Dirección de Empresas”. Tenía 19 años y me dí cuenta que aquello no era para mí. No me gustaba excesivamente. Había que hincar bastante los codos, ir al campus del Cristo (Oviedo) todos los días y no me había integrado muy bien en el ambiente de allí.
Vamos que en mi primer año solo aprobé 5 de 11 asignaturas. Regulín, tirando a mal, pero “salvé los muebles” en casa argumentando que era el primer año y que la adaptación a la Uni me había pasado factura.

En una reciente visita a mi antigua Uni

Siempre me había gustado el Periodismo así que en la primavera del año 1999 (mi 2º año en ADE) reuní a mis padres en la cocina una noche después de cenar y les dije que quería dejar la carrera. Mis padres, ambos profesores, se resignaron y tampoco me riñeron ni se enfadaron mucho, porque yo creo que lo veían venir. Mi hermana estaba terminando la Licenciatura de “Ciencias Químicas” año por año y ya se “olían” que con el hijo pequeño iba a ser otro cantar.

– ¿Y qué pretendes hacer?

– Pues me gustaría estudiar periodismo en Madrid

A lo que mi padre rápidamente contestó:

-“Hijo, yo no te pago unas vacaciones en Madrid. Nos has demostrado que no se puede confiar en ti y te tienes que volver a ganar nuestra confianza. Coge el listado de carreras que hay en Asturias y elige una. Si el primer año no apruebas el 80% de las asignaturas te pones a trabajar”

Cogí el listado de carreras, el cual ya hacía un par de meses que llevaba “husmeando”. Ese que tiene todas las carreras abajo con unos recuadritos que tienes que marcar y decidir donde vas a pasar los próximos 3, 4 ó 5 años de tu vida en el mejor de los casos según si tu opción era una Diplomatura o una Licenciatura. Al final del mismo aparecía Turismo Gijón (Pública). Yo sabía que llevaba dos años impartiéndose en Oviedo (Privada) en la plaza de la Catedral y que la gente hablaba bastante bien de ella.
Incluso tenía alguna amiga del instituto que la estaba cursando y el resultado era muy positivo.

Tenía pinta de que me iba a gustar. Las asignaturas parecían más fáciles que en ADE. Sólo 3 añitos. Sin coger el Alsa todos los días y por el nombre de la misma parecía  que iba a terminar “conociendo mucho mundo”. En fin, todo cosas muy “motivadoras”.

Como estaba cansado de ir a Oviedo y encima a mis padres les saldría la carrera más cara en el Privado eché la solicitud en Gijón. Tenía un 6,42 de nota media y el último admitivo tuvo el corte en  6,20  aprox. así que no anduve muy “sobrao”.

Recuerdo aquel verano con mucho cariño. Prometí en casa que me presentaría a alguna en Septiembre de ADE (ya que estaba matriculado…) y así conseguir aprobar algún crédito más que luego intentaría convalidar con asignaturas optativas o de libre configuración pero al final no me presenté a ninguna y viví un verano a full. 

En Octubre tuvimos la presentación. Estos estudios se cursaban junto a GAP y Ciencias Empresariales en la Antigua Escuela Jovellanos (que cariño le tengo a ese edificio) así que desde mi casa tardaba 25 minutos caminando. Algo habíamos mejorado. Cuando entré en clase aluciné. Éramos unos 135 alumnos y la proporción sería de 120 chicas y 15 chicos. Sin levantar la cabeza cogí el pasillo de la izquierda y me fui directo a sentarme en las últimas final.

Antigua Escuela Universitaria Jovellanos, Gijón

Estaba empezando una nueva etapa. Sin duda que cuando alguien me pregunta por los años más felices de mi vida le digo que fueron esos. Entre los 20 y los 23 años que estuve estudiando en Jovellanos. De los dos años de ADE anteriores no tengo prácticamente ningún recuerdo y de los 3 siguientes al terminar Turismo cuando hice la Diplomatura de Empresariales tampoco.

Durante aquellos 3 cursos conocí a muchos de mis amigos actuales. Disfruté la vida al máximo. 

Conseguí terminar una carrera universitaria (sin estudiar mucho, todo hay que decirlo), fui campeón de Asturias de Mus (sino lo digo reviento :P) junto a mi amigo Iván de Naviser y como no podía ser de otra manera me enamoré…
Ese amor me iba a llevar al final de esos 3 maravillosos años de “estudios” a Ibiza… 

(un viaje muy importante para nuestra “Esencia de Gijón”)

En Cala Tarida, Ibiza con algunos de mis compis de la carrera de Turismo

Continuará…

por Kike Rogado 

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