Si hay una asignatura que se nos atraganta en la cosmética es el tema de los “filtros solares”. Como todavía estamos a tiempo de aprobar vamos a darle un repaso para saber cual son los físicos o los químicos y que es lo que mejor nos conviene.
Los filtros físicos reflejan la luz solar como un espejo, impidiendo que los rayos penetren en la piel. Para saber si la crema los contiene lo más sencillo es fijarse en la textura. Las cremas que los llevan son mucho más densas y cuesta extenderlas. Las especiales para niños suelen tener este tipo de filtros.
Los filtros químicos absorben parte de los rayos para que no dañen las capas profundas de la dermis. Para identificarlas son cremas que se extienden fácilmente, penetran antes en la piel y son más ligeras. Si el bote no especifica que lleva filtros físicos es que lleva químicos.
Hay un tercer tipo de filtros solares que son los biológicos. Estos estimulan las defensas para reforzarlas y crear un sistema de protección natural que prolongue nuestro capital solar (la cantidad de sol que podemos soportan sin que dañe el material genético). Muy pocas marcas los contienen, y sueles encontrarse en protectores de institutos de belleza. Su textura es una mezcla entre las dos anteriores