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Los cosméticos con efecto Botox se han abierto un hueco en el mercado de la cosmética antienvejecimiento para tratar las arrugas que aparecen por la mímica facial,es decir, por la contracción de la musculatura del rostro. En efecto, las múltiples expresiones diarias del rostro-alegría,preocupación,risas, etc.-van marcando líneas en la piel joven que, con el paso de los años se acaban convirtiendo en arrugas perceptibles. Las zonas más afectadas por las arrugas de expresión son aquellas donde la piel es más fina-contorno de ojos-,el área nasogeniana y la frente.

El punto de partida de esta cosmética lo ha marcado el mecanismo de acción de la toxima botulínica,empleada con gran éxito en medicina estética para el tratamiento de este tipo de arrugas.

El éxito de ésta molécula por una parte,unido a la demanda de nuevas soluciones para frenar los signos del envejecimiento y al interés de las empresas cosméticas por ampliar la oferta de tratamientos antienvejecimiento, ha propiciado la búsqueda y el lanzamiento comercial de nuevas moléculas que también reivindican una acción eficaz frente a las arrugas de expresión.

Fuente:M.Teresa Alcalde.

Farmacéutica,Responsable del Departamente de I+D y Evaluación de Productos del Centro de Tecnología Capilar. Barcelona.

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