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El sol es fuente de vida, ya que hace que nuestro organismo sintetice la vitamina D, esencial para los huesos, logra que nuestro cerebro segregue más endorfinas (hormonas de la felicidad), y nos pone de muy buen humor. Sin olvidar que nos vemos mucho más favorecid@s con la piel bronceada. Por ello os vamos a dar unos consejos para conseguir un buen color de forma saludable y protegiendo la piel de manchas y arrugas.

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Aplicar la crema al menos media hora antes si se va a tomar el sol directamente, con protección entre 20 y 50. Si simplemente se va a pasear con un 20 bastaría.

Hay que aplicar la crema cada 30 o 45 minutos o después de bañarse o sudar mucho.

Si ya se tiene color significa que los mecanismos naturales de la piel frente al sol se han activado. Se puede bajar 10 números a la proteccion: de 50 a 40 de 30 a 20 pero nunca bajar de 15.

Entre las 12 y 16 horas lo más recomendable es no tomar el sol directamente. Si no ponerte a la sombra, nunca junto a la arena o el agua que reflejan los rayos UV hacia ti.

Una vez que se termina tu día de sol hay que limpiar el rostro con productos que repongan los lípidos perdidos. Luego tonificar  e hidratar con una crema nutritiva.

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