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por LORENA NOSTI Mayo 2008Eva Rogado.Empresaria de cosmética. Siempre soñó con montar su propio negocio y lo ha conseguido. Tras finalizar sus estudios de Química y un máster de Cosmética y Dermofarmacia, sus iniciales y su nombre lucen en los botes, cajas y frascos de su propia línea de productos cosméticos en un amplio abanico de establecimientos asturianos. Aunque el mérito no es solo suyo. Eva Rogado comparte éxito e iniciales con su socio, su hermano Kike, al que captó inmediatamente para aprovechar sus conocimientos adquiridos en sus estudios de Empresariales. Ella formula, él lleva las cuentas, y juntos impulsan un negocio basado en la atención al cliente de una manera esmerada y cercana.Parece que la química siempre es investigación. ¿Cómo aterriza en el mundo de la cosmética?Dentro de la química siempre me había gustado el mundo de la cosmética. Después de hacer el máster estuve trabajando en otra empresa que no tenía nada que ver con esto y llegó un momento en el que me di cuenta de que si quería meterme en el campo de la cosmética tendría que ponerme por mi cuenta. Así que se me ocurrió el proyecto, pregunté en la Sociedad de Químicos Cosméticos, de la que soy miembro, y me dijeron que según sus estudios de mercado podía ser viable sacar una marca al mercado que nadie conocía. Decidí ponerme a ello y hacer mi propia línea.Ser emprendedor y montar su propio negocio siempre es más arriesgado que trabajar por cuenta ajena, y hace falta dinero para empezar. ¿Cómo vive ese proceso? ¿Por dónde se empieza a mover?Yo no sabía nada de temas de negocios, así que fui a unos cursos de creación de empresas y ayuda a emprendedores. Empecé a desarrollar el plan de empresa y a conocer las inversiones que necesitaba. A partir de ahí, me puse a desarrollar el negocio. Y sí que es más cómodo trabajar por cuenta ajena, pero siempre tuve en mente montar mi propio negocio y a la hora de la verdad lo decides simplemente diciendo: «ahora o nunca».Los comienzos son duros. ¿Tuvo dificultad para financiar el proyecto?La verdad es que recibí subvenciones y ayudas tanto para iniciar el negocio como para equipos informáticos, publicidad y ferias, tanto del Ayuntamiento de Gijón como del Principado. Hombre, tampoco puedes montar un negocio basándote en las ayudas que te van a dar, por supuesto, pero sí las hay y en un momento dado te pueden sacar de un apuro.Después de dos años, ¿cuál es su valoración de este tiempo y de su decisión?A ver, es duro porque, aparte, nos pilló en un momento en el que está todo bastante complicado y es un mundo muy competitivo, en el que peleamos con marcas conocidas a nivel nacional e internacional, pero también nos hace falta nuestra pequeña parcela de mercado. En cualquier caso, yo no me arrepiento. Cuesta, está costando, pero a día de hoy estoy encantada.¿Cuáles son sus herramientas para competir en ese mercado? ¿Qué ofrece para poder hacerse un hueco entre las marcas ya asentadas?Nos basamos en la relación calidad-precio. Las cremas y los productos son de muy buena calidad y sin llegar al precio de la alta cosmética, que gasta mucho dinero en publicidad. Además, hacemos análisis gratuitos de determinación de la piel para poder aconsejar a la gente, y buscamos un trato cercano al público, explicándoles cualquier duda que tengan de la línea y facilitándoles que se pongan en contacto con nosotros, de manera directa y en cualquier momento. Son cosas que sí nos diferencian de la competencia.¿Cuántas fórmulas o productos tienen actualmente?Tenemos 15 productos en la línea. No es muy amplia, porque cuando empiezas no te puedes arriesgar con más variedad, pero tenemos línea de hombre y de mujer. A pesar de la creciente metrosexualidad, ¿la cosmética sigue siendo un producto eminentemente femenino?Sí, desde luego. Nosotros tenemos línea de hombre y de mujer, pero mientras que la de mujer está bastante introducida, la de hombre, a día de hoy, cuesta muchísimo. Además, en nuestro caso, si tienen una marca ya conocida son más reacios que las mujeres a probar una línea nueva. Pero hoy en día hay un abismo entre hombres y mujeres a la hora de consumir de productos cosméticos.Tal y como están las cosas actualmente, si los patrocinara el Sporting lo tendría todo resuelto?Bufff? Ya lo creo. Acabamos de pasar por la tienda del Sporting y veníamos comentando que es la única tienda del barrio que está llena. Si sacamos una crema del Sporting, de rayas rojas y blancas, es lo que mejor hacemos? Se vendería la crema de hombre que no veas. Porque, además, vamos a subir.¿Qué pesa más, la salud o la estética?Las dos cosas. Ahora, las dos cosas. Con todos los problemas que hay en el campo medioambiental, con el sol, la capa de ozono, te pones una crema que es estética, incluso antiarrugas, pero que también te protege del sol y de problemas que pueden ir más allá de la estética. Hoy en día está todo bastante relacionado. ¿Y Eva? ¿Se cuida?Sí, claro. Echo mis cremas. Y mi hermano también, ¿eh? Tampoco me maquillo a diario, ni nada, pero cremas hidratantes o anticelulíticas sí. Estaría bueno, ¿no?¿Qué puede más, el mayor consumo de este tipo de productos motivado por el cuidado de la gente ante el sol, por ejemplo, o las reticencias a comprar derivadas de la crisis económica?Hombre, nosotros llevamos sólo dos años y tampoco tenemos un histórico para mirar cómo afecta en relación al pasado. A medida que pasa el tiempo, tienes más puntos de venta, eres más conocido y vendes más, pero es verdad que hay muchos puntos de venta que vendían más antes que ahora. Pero tampoco podemos calibrarlo al cien por cien, porque nacimos con la crisis. Vamos, que lo ser emprendedor ahora mismo no vale para hacerse rico…De la noche a la mañana, no, desde luego. A nosotros nos está costando mucho, aunque es verdad que, a cambio, tiene su satisfacción personal. De todas formas, yo monto un negocio para vivir, no para hacerme rica, sino para vivir como una persona normal y pagar mi hipoteca. Montar un negocio con la idea de hacerte rico es un error.¿Por dónde pasan sus planes de futuro?Por intentar que la línea quede bien consolidada en Asturias para luego intentar salir de aquí e introducirla en otros lugares del país, si fuera posible.Si pudiera elegir, ¿qué producto cosmético le gustaría formular?No está a nuestro alcance, porque tampoco investigamos ni tenemos laboratorio propio, pero me gustaría encontrar un producto antiarrugas más efectivo.«Si ahora sacáramos una crema del Sporting, de rayas rojas y blancas, se vendería la crema para hombre que no veas»«Nosotros no podemos calibrar al cien por cien el impacto de la crisis económica porque ya nacimos con ella»«Es más cómodo trabajar por cuenta ajena, pero no me arrepiento; a día de hoy, estoy encantada con mi decisión»

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