[StylER of Life] Si hay algo que recargue las pilas y nos ponga como nuevos son esa “escapaditas” de 2 ó 3 días. Sin llegar a ser unas “vacaciones oficiales”, te sacan de la rutina y de tu ciudad, y a mí personalmente, me llevan a un estado de desconexión total. Como no son muchos días, exprimes el tiempo al máximo, y al final da la sensación de que te has ido una semana.
Ruta por Galicia en furgoneta
En el “StylER of Life” de esta semana os quiero contar uno de esos “findes largos” por la zona de Galicia. Un recorrido de 3 días por las Rías Bajas, con la particularidad de que nos fuimos con la “casa a cuestas”, que te permite más movimiento que si vas de hotel o apartamento,
Así que nos ponemos “on the road” y carretera y manta.
Galicia es una comunidad autónoma que me fascina. Por proximidad suelo “tirar” bastante para esa zona, sobre todo en la época de verano. Tiene unas playas espectaculares, con un agua cristalina que muchas veces recuerda al Caribe, hasta que metes el pie para bañarte y vuelves al Atlántico de inmediato.
No hace falta hablar de su gastronomía, que podría vivir de comer pulpo y “cáscaras”. Además de todo esto, está muy preparada para ir con furgonetas y autocaravanas. Encuentras muchos “aparcamientos” habilitados para poder pernoctar, sin que nadie te venga a dar un susto en “formato de multa”.
Así que en el post de hoy os quiero enseñar una ruta por la zona de Arousa, las Rías Bajas, para pasar 3 días inolvidables.
Qué ver en la ruta por Galicia en furgoneta
La primera parada es en A Illa de Arousa- La Isla de Arosa.
Justo al pasar el puente y antes de entrar en el pueblo, encuentras a mano derecha una explanada para poder dormir.
Tiene unos par de chiringuitos de playa al lado, pero si tu intención en sacar tu mesita y tus sillas no tienes ningún problema. La ubicación a “pie de playa”, te ofrece unas vistas privilegiadas.
El viernes teníamos la siguiente hoja de ruta: conocer el pueblo y pasar el día en la playa.
La Illa de Aurosa, quizá no es muy conocida a nivel turístico como puede ser la Toja, pero es un preciosa isla de pescadores.
El núcleo urbano cuenta con dos puertos O Campo y Xufre, que se pueden recorrer por su paseo marítimo. La isla huele a pescado fresco y salitre, y se “adorna” con ese ambiente marinero, donde no faltan embarcaciones de todo tipo, aparejos de pesca, la lonja, y las bateas para la cría del mejillón.
Después del paseito tocaba playa, y no fuimos para el Parque Natural de Carreirón.
Declarado Parque Natural es un zona especial de reserva de protección de aves y flora: un verdadero regalo de la naturaleza. Según vamos caminando, nos encontramos con diferentes paisajes del ecosistema: dunas, marismas, pinares… En él conviven animales silvestres como lagartos, conejos, patos y pájaros, con gran variedad de plantas que lo adornan de vivos colores: rosas, lilas y amarillos.
Atravesamos el camino en medio del bosque y llegamos al litoral: un cúmulo de playas y calas vírgenes donde perder el sentido.
Arena fina, aguas tranquilas y cristalinas alejadas de la poblaciones. Calas escondidas naturales y de belleza salvaje, donde se para el tiempo y la palabra paraíso adquiere gran protagonismo.
Os recomiendo ir provistos de víveres y todo lo necesario para pasar el día, porque no encontraréis nada donde el hombre haya puesto sus manos.
Después de una larga jornada de relax decidimos irnos para O Grove. Elegimos la zona de San Vicente do Mar para quedarnos a pernoctar.
Una pequeña explanada delante del paseo de la playa: levantarte allí y admirar ese paisaje no se paga con dinero.
Un buen desayuno, es muy recomendable el paseo a lo largo de la costa. Una ruta integrada en el paisaje, que va recorriendo las maravillosas playas de esta zona.
Las plantas de la zona crean un alfombra de vistosos colores, y nos acompañan en el camino bellas y variopintas formaciones de roca granítica, conocidas como “cons”, moldeadas por la lluvia y el mar.
Después de activarnos con la caminata, tocaba otra “dura jornada playera”.
En la zona de San Vicente do Mar hay una serie de playas todas seguidas, que parecen una. Nos asentamos en la zona de la Playa de las Canelas. Es un playa en forma de media concha, de arena blanca y fina, aislada y rodeada de vegetación. Con un grado de ocupación bajo, perfecta para pasar el día en total calma y tranquilidad.
Así que semejante estado de cuerpo y mente había que celebrarlo.
La noche del sábado decidimos ir a pasarla a Pedras Negras. A lo largo del paseo mañanero, vimos un explanada justo delante, que “nos estaba llamando a gritos”.
Dejamos nuestro hotelito de 5 estrellas aparcado, y nos fuimos a la playa. Colegas, risas, cervezas, y un entorno difícil de describir con palabras.
En esas estábamos comentando, que este tipo de situaciones sólo se dan si viajas en furgoneta, con esa libertad de “alojarte”, al lado de estos entornos de ensueño.
Si me miden el FIB (Felicidad Interior Bruta) en esos momentos, puede que me encontrara entre las personas más ricas del mundo.
¡Qué ruta tan fantástica! Habrá que hacerse con una furgoneta, arreglarla un poco con un par de estanterías para furgonetas y salir a la carretera.
😁😁😁
los abuelos de mi marido eran de Villagarcia de Arousa y todos los años ibamos, es una zona preciosa
besos
Espectacular! Un gran descubrímiento! Un beso
q maravilla de paisajes, aysss con lo que quiero yo unas vacaciones!!!! besos guapa
Un paraíso!!! Para desconectar y descansar perfecto 😉 Un beso!
Un lugar fantástico. Galicia me enamoro cuando la conocí.
No tiene desperdicio toda ella! Para repetir una y otra vez 😉
Que maravilla !!! ; nunca he estado en Galicia y tengo que ir porque mis amigos que han ido regresan hablando maravillas de esa zona y un viaje así como ese es mi asignatura pendiente.
Os lo pasáis genial.
Saludos
Precioso un auténtico paraíso! Las playas, los pueblos, la comida todo fantástico? Merece la pena!