fbpx
MENUMENU
Seleccionar página

[Diario de un emprendedor] 

 Capítulo 27: ¿Vacaciones…? Sí, es justo y necesario 

La conocí por primera vez cuando tenía 23 años. Su visita me pilló por sorpresa. Era Diciembre, hacía frío y estaba trabajando en el hotel. Me tocaba hacer el turno de noche como recepcionista en el Tryp.  Me agaché a abrir un cajón de recepción y allí estaba ella…

Al principio pensé que era un simple dolor de muelas porque me molestaba el lado derecho de la cabeza a la altura de la mandíbula. Era extraño, porque sólo aparecía cuando me agachaba… Cuando llegué a casa le dije a mi madre que me encontraba mal. Tenía algo de fiebre (por el dolor de muelas, pensé) y me fui a la farmacia de un amigo a ver si me podía dar unas cápsulas de nolotil. Pasé el día en cama y por la noche volví al hotel a currar. A la mañana siguiente, después de terminar las 8 horas, la cosa ya se había puesto chunga… 39 de fiebre y para urgencias. 


Al llegar al hospital me presentaron a mi nueva amiga. Se llamaba SINUSITIS.  Creo que pocos médicos sabrán tanto de ella como yo. Hoy tengo 36 primaveras y desde entonces todos los años viene a hacerme una visita.

Da igual la estación o el mes. Puede ser en Enero, en Mayo, en pleno verano o en Otoño… Ella acude como un reloj a su cita con mis “senos” y “mi dolor de cabeza”.

He tomado antibióticos, homeopatía, me he bañado en el mar Cantábrico muerto de frío, me doy suero fisiológico por la nariz regularmente, me abrigo como el que más, hago “vaos” con eucalípto

Con el paso del tiempo la he ido conociendo más y he aprendido a convivir con ella. Apunto en una libreta cuando me ataca y en que situación me encuentro a nivel personal… si estoy felíz, triste, motivado, con algo de bajón, más flaco o más gordito, más o menos en forma… si tengo algún reto personal por delante… etc…

Cuando supero un proceso de presión muy fuerte a nivel profesional también suele aparecer. Según me voy relajando las defensas de mi cuerpo se van evaporando junto con la adrenalina y toc toc… ¿Se puede

Como por ejemplo cuando presentamos la Esencia de Gijón en Junio del 2010. Fue un lunes y el jueves hizo su aparición con una otitis que me dejó ko y sordo del oído derecho durante una buena temporada…

Después de tantos años y tantos episodios me va dejando pistas… Raramente enfermo de sinusitis cuando estoy feliz, contento o en forma. Es muy extraño. Sólo recuerdo el verano del 2013 y cuando estaba a punto de curarme se me ocurrió la brillante idea de hacer el descenso del Sella con unos amigos, lo que me produjo una recaída brutal que me tuvo pachucho hasta finales de Septiembre.

Por eso ahora me tomo muy en serio los periodos de descanso y vacacionales.  Forman parte de mi trabajo. Evidentemente todos necesitamos las vaciones para estar más contentos y descansados pero cuando empezamos esta aventura apenas “cogíamos” días libres. Menuda contradicción. No teníamos casi trabajo o no sabíamos donde buscarlo y prácticamente íbamos todos los días a la oficina.

Creíamos que por echar más y más horas la empresa iba a ir mejor. Pero no es así. No eran horas productivas. Nos estábamos AUTOENGAÑANDO.

Es más… Nos preguntaba algún cliente o proveedor que cuando nos íbamos de vacaciones y contestábamos con cierto orgullo:

“¡Que va! ¡Nosotros no tenemos vacaciones! ¿Un autónomo vacaciones? Â¡Que va! Podéis hacernos un pedido cualquier día que estamos siempre disponibles”

Años después pienso que menuda boboda…

Una vez más el dichoso miedo a perder un cliente, a no poder atender una demanda o a no dar el servicio que nosotros creíamos adecuado, hacía que tomásemos decisiones erróneas.

Para un emprendedor/autónomo los días libres son igual de importantes y necesarios que para cualquier otro trabajador y os recomiendo que los respetéis. FORMAN PARTE DEL TRABAJO.

Muchas veces los bajones en el negocio no son por problemas del propio curro o de la vida personal que lo afecten. Nos vienen por no escuchar al cuerpo Y NO DARLE EL DESCANSO NECESARIO.

Nuestros mejores momentos siempre vienen después de los días libres y de recargar pilas.

A mí, además el periodo estival, me sirve para muchas cosas relacionadas con el trabajo:

  1. Genero con más facilidad ideas estratégicas relacionadas con ER.
  2. Lo utilizo para leer mucho (sobre todo temas profesionales y biografías).
  3. Recupero la forma física.

Y por supuesto… retraso la visita de mi “amiga” la sinusitis 😉

¡Hasta la próxima!

Tienda On-Line

Share This